viernes, 26 de mayo de 2017



SUTURA BARBADA

La aparición de las nuevas suturas barbadas es un avance en la realización de nudos y anastomosis, principalmente en cirugía laparoscópica, donde gran parte de los cirujanos se encuentran limitados en la realización de dichas suturas. Con esta revisión, se pretende valorar el uso que se ha realizado y la seguridad que presentan en cirugía general y digestiva laparoscópica. La sutura barbada parece facilitar la práctica, mejorando claramente aspectos claves en cirugía como son la reproductibilidad y el tiempo operatorio.

Para un cirujano no resulta fácil, al menos inicialmente, realizar una sutura y no anudarla sin que le surjan dudas acerca de la seguridad. El método de confección de la sutura barbada implica la realización de pequeños cortes en la superficie de una sutura lisa, lo que a efectos clínicos podría implicar una reducción de la fuerza tensil como consecuencia de la disminución del «diámetro funcional» de la sutura.


La sutura barbada se ha utilizado durante los últimos años en diferentes especialidades. En ginecología, diferentes artículos se han publicado aconsejando el uso de la sutura barbada para reducir el tiempo operatorio, incluso en algunos casos, el sangrado intraoperatorio. Tanto en la realización de miomectomía, como histerectomía, diferentes autores defienden su uso al facilitar la técnica quirúrgica. En el campo de la urología, exceptuando algún autor que publica resultados desfavorables con el uso de esta sutura (alto índice de estenosis ureteropélvica en una serie corta [5/6 pacientes]), la gran mayoría de los urólogos defienden su uso por la disminución del tiempo operatorio y la seguridad en las anastomosis

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